Sobre Nintendo, Switch y las decepciones

Anoche Nintendo nos obsequió con un Direct de casi una hora de duración, algo raro en los últimos tiempos (hay que remontarse a septiembre de 2019 para encontrar un Direct en condiciones previo a este). El objetivo era plantear información sobre Super Smash Bros Ultimate (el enésimo criaturo anime con espadón, como así fue) y adelantar detalles sobre lanzamientos de juegos para su Switch de aquí a junio. Esto, evidentemente, disparó las expectativas de media humanidad y comenzaron a lanzarse campanas al vuelo y todo tipo de disparates a cual más fantástico e improbable, como es habitual ya en estas ocasiones con Nintendo de por medio: que si una Switch pro, que si Bayonetta 3, Metroid Prime 4, Breath of the Wild 2, nuevas Ip's, la luna, etc. 

Lógicamente, no pasó nada de esto, y mentiría si dijera que me sorprendió: Nintendo me ha dado ya demasiados sopapos de realidad como para que tenga la menor esperanza de que me impacte de verdad con anuncios en sus Direct, ya sea en cantidad o en calidad. Y conste que hablo de la presente generación. Esta compañía me ha dado multitud de alegrías en épocas pretéritas, pero considero que su labor con Switch está siendo de una pereza inexcusable, amparada en decenas de ports de Wii U y de otros sistemas, y de una pobreza de catálogo de títulos originales, exclusivos y de calidad realmente alarmante. Por todo ello, en este Direct me esperaba el anuncio de Skyward Sword HD y poco más.

Y en efecto, poco más hubo. La única sorpresa que me llevé fue el anuncio de los Joy-Cons basados en Zelda, pero más allá de eso todo fueron criaturos anime con espadones, refritos, ports, remásteres y pare usted de contar (a mí Splatoon jamás me ha llamado la atención, así que su anunciada tercera entrega, para 2022, me interesa lo justo). Una hora de morralla, en definitiva, que promete un 2021 a la "altura" del pasado 2020, es decir: una siesta en toda regla.

Respecto a Skyward Sword HD, tengo sentimientos encontrados. Es cierto que es el único "gran" Zelda en 3D que todavía no había recibido su tratamiento HD correspondiente, y que su diseño artístico, su banda sonora y algunas de sus virtudes está claro que merecen sacarlo del olvido en el que estaba sepultado desde su lanzamiento en 2011. Ahora bien, yo tengo recuerdos muy nítidos de los momentos bajos del juego, que los tiene y en gran número, que un lavado de cara no podrá disimular: los terribles y repetitivos enfrentamientos con el Durmiente, Grahim, la linealidad de sus escenarios, la sosería del cielo, la enanez de sus mundos, la sencillez de sus mazmorras, Fi diciéndote a cada paso del pasillo enorme que es el juego que hay un 90% de posibilidades de que haya que seguir avanzando por el pasillo en el que ya estás... 

No me dejó un gran recuerdo general, a pesar de la brillantez de algunas de sus partes, como algún jefe final o ese barco-mazmorra que te obligaba a viajar en el tiempo. Quizá por eso, por un lado me parece fenomenal poder jugarlo a 60fps (creo que es la primera vez en la historia de la saga que un juego "grande" va a esa tasa de frames, de hecho), y por lo que he visto, el tratamiento HD mejora bastante texturas en paisajes, escenarios y personajes, así como una definición que la pobre Wii jamás pudo mostrar. Pero es que mi problema con Skyward Sword nunca fue el apartado técnico, que entendía condicionado por su hardware e incluso llegué a apreciar enormemente por su valor y mérito artístico, sino con el juego en sí, con sus mecánicas simplonas, con tener que repetir cada escenario veinte veces, o con ese sistema de control de movimiento que más les vale haber mejorado, y mucho, si pretenden que nos pasemos más de 30 horas delante de la pantalla. Porque aquello del control por movimiento fue una mala idea y, lo que es peor, mal implementada, lo que llevaba a tener que recalibrar el wii motion plus cada cinco minutos. Y ya lo de sacarlo a 60 euros mejor no lo comentaré, porque me parece la mayor de las desvergüenzas.

Imagino que llegado el momento (16 de julio), no me podré resistir a hacerme con una copia, porque me conozco y sé que soy demasiado fan de Zelda como para soportar la tentación, pero lo cierto es que yo no me compré una Switch para estar con estas historias. En todo 2020 y 2021, solo habré comprado los refritos emulados de Mario 3D All Stars, el refrito recauchutado de Xenoblade Chronicles y este nuevo refrito de Zelda. Y no estamos hablando de malos juegos, faltaría más, pero no era esta la idea, desde luego.

Por animarme, pienso que es posible que este sea solo el pistoletazo de salida del aniversario de Zelda para 2021 y que más adelante lleguen nuevas noticias, anuncios y lanzamientos más ilusionantes, y que precisamente hayan colocado Skyward Sword HD al principio porque hasta en Nintendo saben lo que mueve realmente este juego a nivel de pasiones: más nos vale, de nuevo, porque el principio no es muy alentador. Nintendo sigue de decepción en decepción, pero eso sí, vendiendo como churros, que al fin y al cabo parece que a esta gente es lo único que les importa. Bien por ellos, pues.

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