Sobre la falta de stock de PS5 y XBOX Series X/S



Finalmente, la tan cacareada "next gen" ha llegado, pero para muchos esto no ha sido sinónimo de estrenar nada, de jugar a nada o de atisbar qué nos puede llegar a deparar la novena generación porque sencillamente no hemos podido hacernos con ninguna de estas nuevas y flamantes consolas. No hay stock. Es algo inédito en la Historia de los videojuegos, un principio sin duda lamentable y desafortunado por el que la única explicación que hemos recibido por parte de Sony y Microsoft es la excusa, que lleva camino de convertirse en el gran tópico de estos tiempos, de que "en tiempos de pandemia" es lo que hay. Y tan anchos.

A mí me parece que ha habido una pésima planificación, y sería conveniente que esta gente empezara a ser un poco más sincera con el público que, no lo olvidemos, paga una cantidad de dinero tremenda por sus tan demandados productos. No pasa nada por decir que no se ha calculado bien la cantidad de consolas que se iban a vender, y además no por un margen menor, como se ha venido a decir: estamos hablando de decenas de miles de usuarios, quizá más, que están clamando al cielo a lo largo y ancho del mundo porque literalmente no existe tienda física o virtual que tenga una sola consola disponible, ni en el mercado europeo, ni el japonés o en el americano. Ni una sola consola. El último episodio, el pasado jueves, donde varias tiendas generalistas anunciaron que tendrían nuevo stock (para entregar el 15 de diciembre, no se lo pierdan) fue un sonado y estrepitoso fracaso de organización que llevó a webs colapsadas, falsas reservas y cancelaciones de última hora. 

Esto es, simple y llanamente, vergonzoso. No es posible, y no parece que vaya a serlo de aquí a después de Navidades, conseguir una consola de nueva generación. 

Y que nadie me entienda mal: yo no tengo la menor prisa por dar el salto generacional, como tampoco la tuve en su momento cuando salió PS4, que estuvo casi un año y medio sin juegos que merecieran la pena (desde noviembre de 2013 a verano de 2015, cuando apareció The Witcher 3, básicamente). XBOX ha salido literalmente sin un solo juego, ni uno, y los de PS5 tampoco es que sean para tirar cohetes salvo que seas un fanático de la dichosa saga Souls, aunque por lo menos muestran un poco más de esfuerzo para no dejar a la consola pelada, como ocurre con su rival. En cualquier caso eso no justifica, de ninguna manera, esta sequía de productos que nunca antes se había producido al inicio de una generación.

¿Qué cabe esperar a partir de aquí? Para empezar, y aunque suene paradójico, cabe esperar un tiempo que nadie parece en condiciones de establecer de manera concreta, pero que va de unas cuantas semanas a meses. Desde Sony se afirma que se está haciendo lo posible por reponer stock antes de la campaña navideña, pero eso es algo que está por ver. Yo tengo para mí, y aquí me baso en opiniones de gente que trabaja en cadenas importantes relacionadas con el sector, que por lo menos hasta bien entrado enero, e incluso febrero, no hay nada que hacer. Y eso en tiendas online: de las físicas, las predicciones se van aún más lejos: abril o incluso mayo.

Mal empieza, en cualquier caso, esta generación que desde que tengo memoria es la que menos ilusión me ha despertado, porque no nos engañemos: esto es una actualización de hardware en toda regla, que Microsoft no se esfuerza lo más mínimo en disimular y que Sony trata de apañar con ese Astro's Playroom y sus curiosas funcionalidades del mando que, todos lo sabemos, ningún juego volverá a emplear. 

Es lamentable escuchar a muchos usuarios presumiendo de que ahora por fin sus viejos juegos de la pasada generación van a correr a 60fps, en primer lugar porque eso es algo que debería haber ocurrido, y no ocurrió, en dicha generación; y en segundo lugar, porque semejante argumento no justifica ni por asomo un pago de, como poco, 500 eurazos. Que sí, que estamos de acuerdo en que yo también disfrutaré de juegos como God of War o The Last Guardian a mejor resolución y tasa de frames en cuanto tenga ocasión, pero jamás se me ocurriría esgrimir eso como argumento para defender la compra de una consola.

Yo nunca me hubiera comprado una Nintendo 64 para jugar a la versión parcheada de Super Mario World, sino porque estaba deseando dar el salto a las 3D que me ofrecía Super Mario 64. y porque en el horizonte ya se anunciaba un tal Zelda: Ocarina of Time que ni de broma cabía en una Super NES. No me compré una Playstation 2 para ver los gráficos inestables de PS1 a una tasa de frames estables, sino porque quería disfrutar de juegazos como Metal Gear Solid 2, Final Fantasy X o Gran Turismo 3, que eran literalmente imposibles de ver en la generación anterior. Y si me compro una PS5 no es para jugar a títulos que ya he exprimido hasta la saciedad con mejoras técnicas, sino porque estoy como loco por ver qué me deparan obras como Horizon 2 o God of War 2, el siguiente Gran Turismo o lo próximo de Naughty Dog.

Pero en fin, debo ser yo, que soy un carca y que quiero ir a una tienda a comprar una consola cuando se supone que sale para jugar a juegos de esa consola. Será eso.



P.d: Lo de las reventas en Ebay y similares de PS5, por cierto, es otra vergüenza de la que solo cabe culpar a los infames especuladores. Se están vendiendo consolas al doble e incluso al triple de su precio de salida y esto ocurre porque, de nuevo, la falta de planificación de las compañías da alas a esta panda de ladrones oportunistas.

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